
Retinol sin miedo: cómo usarlo bien y evitar irritaciones innecesarias
¿El retinol da miedo? Solo si no sabes cómo usarlo
Si has oído hablar del retinol y te tienta probarlo pero te echa para atrás eso de la irritación, los granitos o la piel seca, este post es para ti. Porque sí, el retinol puede ser tu mejor aliado para una piel más lisa, luminosa y joven, pero también puede volverse en tu contra si lo usas mal. Y créeme, he pasado por ahí.
Vamos a ver cómo introducir el retinol en tu rutina sin sustos, y lo más importante: cómo evitar los errores típicos que hacen que muchas tiren la toalla a la primera semana.
¿Qué es el retinol y por qué se ha puesto tan de moda?
El retinol es un derivado de la vitamina A, y su función principal es acelerar la renovación celular. Esto significa que ayuda a que tu piel se deshaga antes de las células muertas, estimulando la producción de colágeno y mejorando la textura, el tono y las líneas de expresión.
No es algo nuevo, pero en los últimos años ha ganado popularidad porque realmente funciona. Eso sí, no es un ingrediente milagroso: necesita constancia, paciencia y una buena rutina que lo acompañe.
Errores que debes evitar al usar retinol
Aquí te dejo algunos de los errores más comunes al empezar con el retinol (y cómo solucionarlos):
- Usarlo todos los días desde el principio: El error más frecuente. Empieza con 2 o 3 veces por semana y ve aumentando poco a poco.
- Aplicarlo con la piel mojada: La piel húmeda absorbe más producto, lo que puede irritarla más. Aplícalo siempre con la piel completamente seca.
- No usar hidratante: El retinol reseca, así que necesitas una crema hidratante potente para evitar tirantez o descamación.
- Olvidarte del protector solar: Tu piel se vuelve más sensible al sol, y sin protección estarás arriesgándote a manchas o quemaduras.
Así deberías usarlo si vas a empezar hoy
Mi recomendación (y la que me ha funcionado tras varios intentos fallidos):
Empieza usando retinol solo por la noche, una o dos veces por semana. Aplícalo después de limpiar y secar bien la piel, espera unos minutos y luego ponte una crema muy hidratante encima. Si ves que tu piel lo tolera bien, puedes ir aumentando la frecuencia poco a poco.
Por la mañana, sí o sí: protector solar de amplio espectro, incluso si está nublado o si no vas a salir de casa.
Un último consejo antes de lanzarte
Si tienes la piel sensible, busca fórmulas con retinol encapsulado o alternativas como el bakuchiol, que son más suaves. Y si ya estás usando ácidos (como AHA o BHA), cuidado con combinarlos porque podrías irritar la piel más de la cuenta.
La constancia es lo que marca la diferencia. El retinol no da resultados en una semana, pero si eres paciente, verás cómo mejora la textura de tu piel y se atenúan arrugas, granitos o manchas.
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